Recreación sobre el terreno de un hipotético anuncio de la Liga Interbarrios.
Montaje: Útica Incógnita / Foto: Google Maps.
Montaje: Útica Incógnita / Foto: Google Maps.
Parece que el balón rueda despacio y ya han pasado 25 años. Un cuarto de siglo desde que el fútbol sala en Marmolejo -de la mano de verdaderos pioneros de esta modalidad deportiva (tendrán en esta bitácora su merecido homenaje) y de gente como Antonio Expósito, Pedro Maceda y demás integrantes de lo que posteriormente ha sido Colofusa- pasó de simple matarratos a punto de encuentro lúdico y social. Algo así como un círculo recreativo -valga la analogía con el propio esférico- con el buen rollo como filosofía y abierto a todo el mundo: desde virgueros a aficionados con o sin disfraz incorporado, de El Foro a Los Simios, de Agua La Paz al CD Ruedas Flojas.
La ocasión no puede ser más propicia para la celebración, y no porque los patrocinadores y espónsors comerciales hayan casi desaparecido por culpa de la crisis económica, que también. Consolidados desde hace tiempo la Liga Local, el Campeonato Interprovincial (antes Memorial Paquito) y los respectivos torneos de Navidad y Verano, tal vez vaya siendo hora de buscar un hueco en el calendario para poner en marcha la denominada Liga Interbarrios.
Vieja aspiración del presidente Expósito, verdadero reto organizativo para el Comité Local de Fútbol Sala y la Concejalía de Deportes, la nueva competición no sólo supondría un guiño al popular furbito. A su vez, representaría un salto cualitativo y cuantitativo del FS marmolejeño en un entorno comarcal donde dicha disciplina ostenta el mismo carácter hegemónico.
Sin pretender asimilar los nuevos tiempos políticos a los deportivos (lo dice alguien que recuerda con simpatía ver jugar al Equipo del Ayuntamiento en cierto maratón en la Pista Roja), es evidente que todo cuanto contribuya a la participación y a la promoción del espíritu de comunidad que Marmolejo nunca debió perder -y nunca es nunca- será positivo.
La ocasión no puede ser más propicia para la celebración, y no porque los patrocinadores y espónsors comerciales hayan casi desaparecido por culpa de la crisis económica, que también. Consolidados desde hace tiempo la Liga Local, el Campeonato Interprovincial (antes Memorial Paquito) y los respectivos torneos de Navidad y Verano, tal vez vaya siendo hora de buscar un hueco en el calendario para poner en marcha la denominada Liga Interbarrios.
Vieja aspiración del presidente Expósito, verdadero reto organizativo para el Comité Local de Fútbol Sala y la Concejalía de Deportes, la nueva competición no sólo supondría un guiño al popular furbito. A su vez, representaría un salto cualitativo y cuantitativo del FS marmolejeño en un entorno comarcal donde dicha disciplina ostenta el mismo carácter hegemónico.
Sin pretender asimilar los nuevos tiempos políticos a los deportivos (lo dice alguien que recuerda con simpatía ver jugar al Equipo del Ayuntamiento en cierto maratón en la Pista Roja), es evidente que todo cuanto contribuya a la participación y a la promoción del espíritu de comunidad que Marmolejo nunca debió perder -y nunca es nunca- será positivo.
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